viernes, 6 de enero de 2012

DOLOR CAUTIVO II

AGONIA DE LA TARDE

Mientras agoniza la tarde,
la vida se me pasa
en tejer sueños rotos
con vanas esperanzas,
enlazando la soledad,
encadenando la tristeza
de un amor desventurado.

Mientras la tarde agoniza
una lágrima se esfuerza
por quedarse prisionera
junto a un suspiro ahogado
que subyace a tu recuerdo:
lo que fue, lo que no fue,
lo que quedó, lo que vendrá.

Sigue muriendo la tarde
sigue ocultándose el sol
entre un torbellino incesante
de internas voces de batalla:
siendo juez de propio juicio,
apremiante, cruel, enajenante
sin un momento de tregua ni paz.

Mientras la tarde se muere
me inunda la saciedad
de miedo y de angustia,
de confusión, de incongruencia
sin él, sin mí, sin un nosotros
y mi ser se subyuga,
y se somete mi esencia

La tarde me grita agonía
las sombras dominan la luz
inmutable sumisión al destino
la presencia rota de tu ser,
ya todo es frio y penumbra
crepúsculo eterno, yace la tarde,
yace tu cuerpo, yace tu vida.

Ahora ya ha muerto la tarde
la noche conquista ya al día
mestizaje de tiempo y espera
sincretismo de ausencia y presencia
es fusión de alma y conciencia
amalgama de condena y sentencia
la luna está llena, mi vida vacía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario