Dibujo tu cuerpo en las sombras de la noche.
Dibujo mi alma en los recuerdos de mi mente.
Ya no eres tú la mujer de sangre,
sino una vertiente.
No existes.
Tú eres una parte de mí,
vives en lo que creo que soy:
Y aún así formas mareas en mi alma,
conmocionas mi ser,
me atas mientras me arrebatas.
Te veo, eres una sombra.
Y como sombra...
sólo existes para oscurecer el día.
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