Dámelo todo, amor.
Dame tus manos, dame tus sueños,
dame tus tristezas, dame tus anhelos.
Que desfallezca tu cuerpo, que se oculten tus ojos,
que se condense el hastío,
que yo estaré ahí para ti,
extendiendo mis brazos,
sosteniendo el vacío,
susurrando a tu oído,
que mientras caes, yo te sostengo de un hilo.
Y juntos, reconstruyamos heridas,
sanemos los casos perdidos,
pues yo quiero todo de ti:
O mi existencia a tu lado,
o mi inexistencia contigo.